domingo, noviembre 08, 2009

TURISMO ECOLOGICO EN EL QUINDÍO

Nestor Jaime e Iván Restrepo, un descanso en el cementerio Quindo
(con el permiso de los que allí descansan)

La vocación de un destino turístico debe comenzar por sus habitantes, su población debe compenetrarse con lo que hay para ofrecer; en nuestro caso, tenemos que tener muy presente que una de las fortalezas que posee la región es todo lo que comprende el entorno rural, hay que procurar que una mayor cantidad de los pobladores conozcan más de los atractivos que poseemos en las montañas, los ríos y los parajes rurales.

El turismo ecológico o ecoturismo, o el turismo cultural, son modalidades acuñados hace mucho tiempo para referirnos a esta modalidad que cada día alberga más adeptos; el senderismo, el montañismo o trekking son términos recurrentes para hablar sobre esta forma apasionante de conocer el entorno que nos rodea.Precisamente, en estos últimos 15 días he hecho dos salidas que recomiendo para aquellas personas que desean conocer nuestro patrimonio de montañas, ríos y demás singulares parajes que posee nuestro departamento: la primera salida, por invitación de Fernando Jaramillo de la empresa de turismo Vértigo Extremo, fue en la grata compañía de unos 15 caminantes a la torre de la Repetidora, ubicada en la Vereda de Planadas a un lado de Peñas Blancas, salida que me permitió disfrutar de una espectacular vista que desde allí se tiene de toda la hoya del Quindío, alcanzando incluso a vislumbrar hasta el Valle del Cauca y parte de Risaralda; sugerencia: hay que llevar binóculos. Asimismo, pude realizar unas caminatas por la zona aledaña al alto antes nombrado, que considero que bien vale la pena hacer.

En segundo lugar, e invitado por Néstor Jaime Ocampo, director de la fundación ecológica Cosmos, participé de una caminata de interpretación de impactos ambientales en la cordillera Central, diseñada especialmente para un nutrido grupo de estudiantes de universidades de Armenia.A las 7:30 a.m. del domingo partimos de la plaza de Bolívar de Calarcá en tres jeep o mejor, para no desentonar, tres “yipaos” de gente (no he perdido la capacidad de asombro con la reacción de los turistas, cada vez que están subidos en uno, ya que suelen despertar sensaciones gratas en la población citadina no sólo de Colombia sino de los extranjeros que nos visitan). Luego de una breve parada en la entrada de uno de los túneles de La Línea, nos dirigimos hacia el alto del mismo nombre,en donde luego de despedirnos de los conductores tomamos el atajo que nos conduciría hacia la reserva forestal de Navarco; parada para almorzar en las instalaciones de la CRQ, luego la visita a las ruinas del sonado reformatorio de Navarco, en donde nuestro guía de cabecera nos relató historias, algunas de ellas espeluznantes sobre el reformatorio (por fin me di cuenta porqué en mi niñez la amenaza “piadosa” de los adultos hacia los mas chiquitos cuando no hacíamos las tareas escolares o incurríamos en alguna pilatuna era la de mandarnos para Navarco)Luego, una visita a un cementerio indígena de la etnia de los Quindos, antiguos pobladores de esta región; siendo uno de los tantos yacimientos arqueológicos que existen en la región, pero que lamentablemente ya han sido saqueados por cuenta de la no menos histórica guaquería, que desde tiempos inmemoriales ha existido en la región. Fueron, unos 12 a 13 kms de un trekking que terminó a las 4:30 p.m. en el paraje de La Chiquita, en donde nuestros amigos conductores nos estaban esperando para emprender el regreso hacia Calarcá, “pasado por agua”.
Tumba etnia Quindos (circa 1.200 ac foto, Iván restrepo)

Es necesario que los quindianos conozcamos este potencial que tenemos a nivel ecológico, y sobre todo, que sepamos conservarlo adecuadamente, nuestros visitantes lo agradecerán con creces, y nuestra región también.

Hasta la próxima,

ivanres49@hotmail.com

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