Autor: Iván Restrepo R.
Ahora que se está hablando de reubicar los restaurantes callejeros de la plaza principal de Salento en otro sitio en donde puedan ofrecer sus servicios, se podría pensar en un esquema que por años ha venido funcionando con éxito en otros lugares y que tiene que ver con los restaurantes ubicados en las plazas de mercado, que sirven principalmente comidas típicas regionales. Los grandes centros comerciales asignan un área a la feria de la comida y hay que recordar que esta idea fue tomada por los constructores de dichos centros precisamente de las plazas de mercado tradicionales, eso sí, con un poco de más diseño y “acartonamiento”.
Hoy, las plazas de mercado de infinidad de ciudades y pueblos del mundo se han transformado en atractivos turísticos de primer orden, llegando a ser en muchos casos el punto en donde convergen la comunidad local que necesita de la misma y los turistas de paso. Son muchas las plazas de mercado del mundo que se “venden” al turista como un atractivo turístico; unas más espectaculares que otras, catalogadas por su arquitectura, por los productos que ofrecen, por la calidad de su gente y, léase bien, por la gastronomía que se puede degustar. Dentro de esta última categoría están el mercado de Sao Paulo, El Mercat San Josep o La Boquería de Barcelona, el mercado del Puerto en Montevideo, el mercado de Mapocho en Santiago, la plaza del Mercado de Zamo en Polonia, el mercado de Pescadores de Boston, La pequeña plaza de mercado de Mérida, Venezuela, y a nivel nacional la plaza de Girardot Cundinamarca y la plaza de Paloquemao de Bogotá, esta última es un verdadero placer visitarla a las 6 de la mañana; tantas cosas ricas juntas parecen un sueño, a esta hora el visitante se puede topar de tu a tú con los “Grandes Ligas” del quehacer culinario de la capital: Leo Katz, Harry Sasson, los hermanos Rausch, Daniel Kaplan, haciendo el mercado para sus flamantes restaurantes.
Para el caso de Salento, se puede pensar en algo similar, sin tener que hacer algo muy grande; el principal atractivo de la misma se debe enfocar en la feria de la comida, en donde la gastronomía local y regional sería la invitada, con la trucha como uno de sus mayores atractivos. Los restaurantes pueden estar ubicados entre los expendios o puestos de verduras, frutas, carnes, granos, artesanías, productos lácticos y mucho más; y en la parte exterior de la plaza los jeep no dejarían nunca su lugar, ya que la plaza debe ser concebida para atender la demanda local, la demanda rural (remesa para la finca) y para los turistas, principalmente los extranjeros que desean conocer todo lo que ofrece Colombia y nuestra región, todo bajo un solo techo. Habrá que etiquetar muchos de los productos exhibidos para la venta con unos identificadores bien atractivos, recomendando cómo se pueden comer y dónde (dentro del mismo marco de la galería o plaza de mercado).
Convertir una plaza de mercado en un atractivo turístico conlleva un proceso de educación, adecuación, selección de productos, manejo de la estética visual y de los aromas, procurando que sólo se perciban los de las frutas, hortalizas, flores y demás. Una plaza de mercado tiene que ser una sinfonía para todos los sentidos, esa es la idea principal.Invito a todos los lectores a que se den un “paseíto” por las plazas de mercado del mundo, vayan a Google y digiten: plazas de mercado; estos son mis recomendados esta semana:
Plaza de Paloquemao en Bogotá: http://www.plazadepaloquemao.com/mercadeo/
Plaza de Zamosc en Polonia: http://www.blogturistico.com/2009/07/22/la-plaza-del-mercado-de-zamosc/
Hasta la próxima,
ivanres49@hotmail.com