Convertir una situación negativa en positiva no es tan difícil y a su vez puede convertirse en un aspecto grato para la empresa cuando se le da el trato adecuado; una noche, me llamaron de la Recepción del Hotel a eso de las 8.00 pm para comunicarme que había una pareja, señor y señora, muy bien trajeados que solicitaban hablar con un ejecutivo del hotel.
“Buenas noches Señor, acabamos de llegar de Montevideo con muchos deseos de ver el Show de Carmen Flores (la hermana de Lola Flores), precisamente, mi esposa es una fanática furibunda de esta estrella española. Estamos por estos días celebrando nuestras bodas de plata y nos prometimos darnos este regalo para la ocasión; sucede que el miércoles pasado, teníamos todo a punto para ver el esperado show en el teatro Solís en Montevideo pero, a raíz de una enfermedad súbita de la diva, el show fue cancelado; allí nos dijeron que esta noche la podíamos ver acá en Punta del Este, y acá estamos, pero me dice la señorita de la Recepción que este show es exclusivo para una selección de clientes VIP del casino, y lamentablemente, nosotros no somos jugadores”
La esposa del caballero me miraba con ojos tristones y en medio de su frustración se lamentaba al ver que la opción de ver a su estrella preferida se estaba esfumando a medida que pasaban los minutos; a todas estas estábamos a una hora del comienzo del espectáculo. Los invité a que se dirigieran al Bar a tomarse una copa mientras yo me informaba de cómo estaba el status de las entradas al esperado show que además incluía una opípara cena gourmet con lo mejor de la gastronomía española.
Cuando pregunté a la entrada de la sala/show como íbamos con relación a las entradas, la anfitriona del evento me comentó que ya la sala estaba llena y que solamente quedaba disponible la mesa de la gerencia general del hotel/casino (normalmente la gerencia suele reservarse una mesa con una ubicación especial para atender personajes especiales que pueden ser de interés para los intereses del Hotel). Llamé al señor Gerente, le pregunté sobre sus invitados para esta ocasión y me manifestó que precisamente los invitados que tenía para la ocasión lo acababan de llamar para cancelar la invitación que tan gentilmente habían recibido, por lo tanto podía disponer de la mesa; sin dudarlo, contacté a la chica anfitriona y le pedí el favor de reservar la mesa de la Gerencia a mi nombre y que esperara nuevas instrucciones
Procedí a contactar a la pareja en el bar, quienes, apenas me vieron llegar, y a 15 minutos del comienzo del espectáculo se pararon de sus sillas de inmediato para preguntarme si iban a poder ver el espectáculo soñado a lo cual les dije: “Amigos ya está todo coordinado hay una mesa reservada para ustedes, así que vamos de inmediato a la puerta en donde les están esperando; a propósito, el show incluye una cena para ustedes dos con vino y muchas sorpresas más”
Los amigos no salían de su sorpresa y la felicidad retornó a sus rostros, en el camino a la portería me dijeron que donde podían cancelar el monto de las entradas con las cenas incluidas a lo cual les contesté que esta era la invitación del hotel para que su aniversario de Bodas de Plata se cerrase con broche de oro.
Diez minutos antes de terminar el show, me apersoné al teatro y fui hasta la mesa a preguntarles como había salido todo; me respondieron que en su vida habían sido tratados tan bien, que no salían de la sorpresa por todas las atenciones y especialmente con la dedicatoria de una canción de labios de la misma diva por tratarse de su noche de bodas, que estas actitudes eran las que había que dar a conocer, para el beneficio del turismo en la región y en el país.
Dos días después recibí una carta de agradecimiento con copia a la gerencia del hotel y a los dos diarios principales de Uruguay.
“Buenas noches Señor, acabamos de llegar de Montevideo con muchos deseos de ver el Show de Carmen Flores (la hermana de Lola Flores), precisamente, mi esposa es una fanática furibunda de esta estrella española. Estamos por estos días celebrando nuestras bodas de plata y nos prometimos darnos este regalo para la ocasión; sucede que el miércoles pasado, teníamos todo a punto para ver el esperado show en el teatro Solís en Montevideo pero, a raíz de una enfermedad súbita de la diva, el show fue cancelado; allí nos dijeron que esta noche la podíamos ver acá en Punta del Este, y acá estamos, pero me dice la señorita de la Recepción que este show es exclusivo para una selección de clientes VIP del casino, y lamentablemente, nosotros no somos jugadores”
La esposa del caballero me miraba con ojos tristones y en medio de su frustración se lamentaba al ver que la opción de ver a su estrella preferida se estaba esfumando a medida que pasaban los minutos; a todas estas estábamos a una hora del comienzo del espectáculo. Los invité a que se dirigieran al Bar a tomarse una copa mientras yo me informaba de cómo estaba el status de las entradas al esperado show que además incluía una opípara cena gourmet con lo mejor de la gastronomía española.
Cuando pregunté a la entrada de la sala/show como íbamos con relación a las entradas, la anfitriona del evento me comentó que ya la sala estaba llena y que solamente quedaba disponible la mesa de la gerencia general del hotel/casino (normalmente la gerencia suele reservarse una mesa con una ubicación especial para atender personajes especiales que pueden ser de interés para los intereses del Hotel). Llamé al señor Gerente, le pregunté sobre sus invitados para esta ocasión y me manifestó que precisamente los invitados que tenía para la ocasión lo acababan de llamar para cancelar la invitación que tan gentilmente habían recibido, por lo tanto podía disponer de la mesa; sin dudarlo, contacté a la chica anfitriona y le pedí el favor de reservar la mesa de la Gerencia a mi nombre y que esperara nuevas instrucciones
Procedí a contactar a la pareja en el bar, quienes, apenas me vieron llegar, y a 15 minutos del comienzo del espectáculo se pararon de sus sillas de inmediato para preguntarme si iban a poder ver el espectáculo soñado a lo cual les dije: “Amigos ya está todo coordinado hay una mesa reservada para ustedes, así que vamos de inmediato a la puerta en donde les están esperando; a propósito, el show incluye una cena para ustedes dos con vino y muchas sorpresas más”
Los amigos no salían de su sorpresa y la felicidad retornó a sus rostros, en el camino a la portería me dijeron que donde podían cancelar el monto de las entradas con las cenas incluidas a lo cual les contesté que esta era la invitación del hotel para que su aniversario de Bodas de Plata se cerrase con broche de oro.
Diez minutos antes de terminar el show, me apersoné al teatro y fui hasta la mesa a preguntarles como había salido todo; me respondieron que en su vida habían sido tratados tan bien, que no salían de la sorpresa por todas las atenciones y especialmente con la dedicatoria de una canción de labios de la misma diva por tratarse de su noche de bodas, que estas actitudes eran las que había que dar a conocer, para el beneficio del turismo en la región y en el país.
Dos días después recibí una carta de agradecimiento con copia a la gerencia del hotel y a los dos diarios principales de Uruguay.
Hasta la próxima!