martes, abril 07, 2009

IL DOLCE FARE NIENTE ( O “EL DULCE PLACER DE NO HACER NADA”)

Una de las características que prevalecen en el turismo de nuestra región es el hecho de ser un destino en donde las actividades juegan un papel muy importante, por eso siempre ha sido premisa el hecho que los turistas salgan de sus lugares de alojamiento a mas tardar a las 9.00 am para regresar de sus excursiones a las 6.00 pm aproximadamente.

Sin embargo, y a pesar de la gran oferta de planes que podemos ofrecer, hay que tener en cuenta que existe un segmento de los turistas que prefiere quedarse en la finca u hotel campestre, ó incluso en el hotel de ciudad, y que no quieren saber nada de tener que conducir el carro y pasarse todo el día recorriendo los parajes de la región. Este segmento debe ser atendido también, y a la hora de pensar en un plan para proponerles, hay que tener presente de donde son y la edad, entre otros factores.

En este sentido, es común pensar que los más jóvenes, con toda su energía, van a querer hacer buen uso de toda la oferta que disponemos para ellos, algo que no será tan común entre los visitantes de más edad, quienes en muchos casos sacarán más provecho disfrutando del paisaje verde en compañía de un buen libro ó simplemente haciendo turismo pasivo, similar a aquello que Salento propone con su Cittá Slow.

Factores como las distancias presentan distintas interpretaciones a partir del origen del visitante: Para un bogotano, acostumbrado al pesado tráfico de la capital, no resultará tan pesado recorrer, digamos, 60 kilómetros en un día, visitando los parques y otro atractivo; en cambio, para alguien que vive en una ciudad más pequeña, esta misma distancia le parecerá mayor y mas agotadora para realizar.

El turismo “pasivo”, el del “dulce placer de no hacer nada” que pregonan los italianos, se circunscribe a eso, a dejar que los turistas hagan lo que quieran, no pretendiendo que conozcan toda la región en una sola visita, sino que se orienten a hacer lo que mas les provoque.

Es hasta provechoso dejarlos que no conozcan todo de una vez, (eso sí, que se lleven suficientes folletos de todo lo que ofrecemos para que, de vuelta en casa digan, “tengo que regresar al Quindío, me faltaron muchos atractivos por conocer”. Tenemos que darnos por bien servidos simplemente por el hecho de habernos escogido.

Dentro de la oferta, pensemos más en rutas gastronómicas, parajes de descanso con observación de paisaje, deportes estáticos y otras opciones en donde el único esfuerzo que haga el cliente sea esa actividad que está haciendo, NADA. Es hora de promover en mayor cantidad, entre los clientes, la opción de conocer los pueblos de la vecindad, pero para esto, las autoridades deben tomar conciencia de ponerlos a tono con el campo, bonitos y presentables; no es recomendable que se vayan sin conocer la cabecera municipal en donde está ubicado el alojamiento; veamos el ejemplo de El Jardín en Antioquia, en donde además de lo hermoso de su entorno rural, las actividades giran alrededor de su cabecera municipal.

Breves del Quindío
Bien por la gastronomía regional. Para la muestra, El restaurante Anís con su concepto de “Cocina de Autor” con buena sazón, presentación y servicio; también, La Fogata, vanguardista como siempre, con nuevas opciones gastronómicas para su clientela local, y los turistas de visita en la región.

Los colegas del Hotel Karlaka en Calarcá están liderando un conversatorio constante dirigido a aquellas personas que hablan Inglés pero que no tienen con quien practicarlo; todos aquellos que deseen inscribirse, llamen a Wilson Beltrán, su Gerente a 7426587 ó 315 4717373; ¡ah, es gratis!; esta invitación es extensible a la colonia de extranjeros residentes en el Quindío, que hablan inglés y que encontrarán en esta experiencia la posibilidad de hacer más amigos en la región que los ha acogido como sus hijos.

Hasta la próxima
Ivanres49@hotmail.com
http://www.hoteleriayturismo.blogspot.com/


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