Reflexiones alrededor del turismo Quindío

Con el cambio de los tiempos y las costumbres, es de esperar que las tendencias para hacer turismo cambien también.
Antes la demanda era homogénea, con productos iguales, y por lo regular hacia destinos tradicionales; los más privilegiados se iban para Cartagena, Santa Marta y San Andrés, cuando no al exterior, y otra corriente de turistas solía tomar rumbo a otras ciudades de Colombia; era la época en la que una oferta cerrada dominaba el mercado, a los turistas se los miraba como una masa de personas que iban casi siempre detrás de un guía en una carrera desenfrenada para poder cubrir cinco museos, dos restaurantes y tres iglesias en una tarde, y luego, venir a su ciudad de origen, a mostrar las fotos y las películas 8 mm en sesiones harto cansonas al resto de la familia y amigos.

Hoy en día la “movida” es muy diferente; los viajeros son más exigentes, están cansados de lo mismo. Tenemos que ser más creativos; dejemos de pensar que con el paisaje, habitaciones muy bien dispuestas y una palabra de cariño es suficiente porque los tiempos han cambiado, en este caso para beneficio de nosotros en el Quindío, alejados del mar, pero eso sí, con mucho sol que ojalá brille lo que queda del año.

Antes la gente solía programarse para unas vacaciones largas, por lo regular una vez al año, eso sí, más prolongadas (de 7 a 15 días promedio a destinos en un 90% de sol, arena y playa), mientras que ahora la tendencia es la de programar varias salidas al año, que podemos estandarizar así: Una o dos veces con toda la familia en los períodos de vacaciones escolares: Dicbre. /Enero, Semana Santa, vacaciones de mitad de año y más recientemente la semana del receso estudiantil (la semana antes del puente Emiliani de octubre). Estas épocas son las que generan una mayor demanda y se hace necesaria una promoción dirigida al segmento familiar.

Cuando se puso en marcha la ley Emiliani que trasladaba la gran mayoría de fechas no laborables para el lunes siguiente, se hizo con la mira puesta en generar mayor tráfico de turistas y es precisamente a donde debemos de dirigir las estrategias promocionales con una oferta dirigida a nichos de mercado diferentes: Adultos mayores, parejas de ejecutivos con o sin niños, jóvenes en busca de aventuras extremas (tenemos mucho para ofrecer en este campo) grupos homogéneos como olimpiadas inter gremiales, grupos de personas en busca de experiencias gastronómicas, de conocimiento sobre temas específicos (agricultura, ganadería, cultura, arquitectura, tradiciones y mucho más).

El trabajo está en identificar lo que tenemos para ofrecer, cuál es el público objetivo y muy importante: Las estrategias de marketing y promoción. Es en esta última parte en donde hay que procurar ser más eficientes, hay que rebobinar el chip y dejar de pensar que la gestión de venta sólo la tienen que llevar a cabo los componentes del segmento de los viajes (Tour and Travel): Mayoristas, minoristas, Tour Operadores, GDS´s (Despegar, Orbitz, Expedia, Booking.com, otros); si analizamos a través de qué métodos se informan y luego llegan los turistas a la región, un 20% lo hace por estos medios, en su gran mayoría para épocas de alta temporada.

Seamos más creativos y “agresivos” para generar mayor tráfico para todo año. Necesitamos más congresos, convenciones, grupos de turismo del exterior motivados con campañas muy bien diseñadas, con un mensaje claro preciso y comprensible. Tenemos que pensar más al largo plazo, un congreso internacional no se decide para dentro de tres meses, se decide para dentro de tres años y en ocasiones para dentro de más.


Hasta la próxima,
ivanres49@hotmail.com